lunes, 29 de marzo de 2010

El aceite de lemongrass



De origen tropical, el lemongrass, conocido también como caña santa -en Cuba-, zacate limón -en México-, molojillo criollo -en Venezuela-, hierba limón y hierba calentura, en otros países de habla hispana, crece espontáneamente en muchas zonas de Asia, Africa y América aunque, en general, se la cultiva para su uso medicinal y cosmético.

Las hojas de esta planta, que miden entre 60 y 120 centímetros de altura, son alargadas como listones, despiden un agradable aroma, rara vez florecen y toman un color rojizo al secarse.

El componente activo del lemongrass es, en un 80 por ciento, aproximadamente, el citral, un importante material para la perfumería, confitería y licorería. El resto está compuesto por el geraniol, el farnesol, el nerol, el citronelol y el circeno.

Con un perfume muy suave y un dejo a limón, el aceite de lemongrass es conocido popularmente por ser un poderoso antiséptico y repelente de insectos. Pero no son los únicos beneficios.

Propiedades para el cabello
Agregando unas gotas al champú reaviva el brillo del cabello y en cosmética se lo utiliza como seboregulador añadiéndolo a champúes para cabellos grasos. Por otra parte, es excelente para combatir la caspa, pues es un reconocido antiséptico, antibacteriano y antifúngico.

El de lemongrass es un aceite esencial muy fuerte, por lo que hay que tener la precaución de diluirlo apropiadamente y nunca debe ser utilizado sobre la piel alrededor de los ojos.

Tampoco es conveniente usarlo antes de exponerse al sol, ya que podría dar origen a manchas en la piel. Sin embargo, al frotar los dientes con el tallo fresco se logra blanquearlos e, incluso, evitar las caries.

La infusión de las hojas se usa como digestivo, analgésico, antipirético, hipotensivo, antiespasmódico, broncolítico, hipoglucemiante, para aliviar catarros, digestiones difíciles, pereza intestinal, flatulencias, gripe, neuralgias, asma, reumatismo y para combatir la celulitis cuando está relacionada con la retención de líquidos.

También se considera al lemongrass como un estimulante mental que combate la fatiga y el estrés. Colocando una infusión de sus hojas en el agua de un baño de inmersión, se consigue un relax total para el cuerpo, a la vez que se notará una sensación vivificante.

La parte de la planta que se usa tanto en la cocina como en la medicina, es el centro tierno de la hierba, que es más aromática y limpia.

Cuando se prepara como infusión, verter entre 10 y 20 gramos de hojas frescas y desmenuzadas en un litro de agua hirviendo y dejar reposar por, aproximadamente, 10 o 15 minutos. Luego, si se va a beber, filtrar la infusión utilizando un paño o lienzo fino. Si en cambio el uso se hace de manera tópica, aplicar la infusión directamente sobre la zona afectada 2 o 3 veces al día.

Es también un poderoso antiséptico y rechazará los insectos.

Algunas gotas mezcladas con su champú habitual reavivarán la brillantez de su pelo.

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