viernes, 28 de agosto de 2009

CARACTERÍSTICAS, USOS Y APLICACIONES




Los aceites esenciales son ligeros y volátiles, y entre sus compuestos figuran sustancias químicas orgánicas (ácidos, ésteres, alcoholes, aldehídos, acetonas, terpenos y fenoles).

Los aceites esenciales puros son aquellos que se obtienen por medio de la destilación al vapor. Este método consiste en pasar un vapor a través de la planta. Este vapor, a su paso, recoge diversos componentes de la planta. El vapor es luego recolectado y mezclado con alcohol, aceite de soya, almendra u de otro tipo que le sirve de base. Otro método muy usado es el de prensado en frío.

En todo aceite esencial, cada compuesto tiene sus propias propiedades terapéuticas. Suelen tener gran capacidad antiséptica y penetran rápidamente en las capas de la piel siendo absorbidos por la sangre, por lo que su acción es rápida.

Las moléculas presentes en los aceites esenciales pueden establecer una relación con nuestras propias hormonas, viajando a través de los sistemas y aparatos del cuerpo, revitalizando y regulando nuestras respuestas emocionales y físicas.

Se presentan en un frasco de vidrio oscuro para protegerlos de la luz. Siempre deben disolverse en un aceite base y nunca hay que aplicarlos por vía interna. Sus efectos terapéuticos permanecerán inalterables durante al menos dos años, siempre que se conserven en los recipientes adecuados

Existen dos formas de utilización de los aceites esenciales:

Inhalación a través de la aspiración directa de los aromas.
La utilización de ambientadores de aceites esenciales permite su uso diario, ya que no entran en contacto directo con la piel, aunque es recomendable aumentar la ingestión de agua.

Uso tópico a través de masajes, baños, compresas, etc.
No hace falta usarlos diariamente, a menos que sea para tratar zonas específicas. Tan pronto los síntomas mejoren se reducirá su frecuencia de uso. Es aconsejable realizar recesos de 48 horas cada 8-10 días.
Los baños de aromaterapia pueden tomarse dos o tres veces por semana hasta que mejore la afección y luego una o dos veces por semana para mantenimiento.

Las esencias de las plantas aromáticas tienen una composición química parecida a la de las hormonas, por lo que tienen la capacidad de activar la producción de hormonas en nuestro cuerpo y activar el metabolismo. También pueden llegar a modificar nuestros sentimientos y nuestra vida afectiva, pues actúan a través del sistema nervioso. Cuando olemos el aroma que despide un aceite esencial; ya sea por inhalación directa, vaporización, baños aromáticos, masaje terapéutico o aplicación de compresas, se genera un movimiento vibratorio molecular que se transmite a los receptores de nuestros centros nerviosos conectados a la parte del cerebro que afecta las emociones, la memoria y la intuición.

Los aceites esenciales son muy fáciles de usar, pero deben tratarse con precaución, ya que algunas personas tienen una piel muy sensible que podría no responder al tratamiento.

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